Preparación inicial (Fase A)
La preparación inicial es lo que denomino ponernos guapas o guapos, para que cuando alguien llame a nuestra puerta (digitalmente hablando), le guste lo que encuentre. Para ello, lo primero es estar listo para recibir a nuestros clientes potenciales (no nos conoce y no nos compra), motivo por el cual debemos comenzar la preparación inicial. En esta etapa tenemos que contar con una buena marca digital que transmitimos al mercado a través de LinkedIn, además, asegurarnos de que todos nuestros clientes, que son aquellos que nos conocen y nos compran, además de proveedores y colaboradores formen parte de nuestra red digital.
Marca digital. Crear un perfil digital de alto impacto
La marca digital es la suma de dos conceptos: la marca personal y la reputación digital. Al pensar en marca digital, no hay que pensar solo en la importancia de tener una buena marca para acceder a clientes (nos conoce y nos compra) y a clientes potenciales, sino también en disponer de una buena marca para que cuando alguien nos busque, lo que encuentre le guste; de lo contrario, irán a buscar a nuestros competidores.
La marca personal es lo que decimos que sabemos hacer. Es clave diferenciar lo que sabemos hacer de lo que hacemos. En el mundo digital, lo que hacemos no tiene mucha importancia, debido a que no es duradero en el tiempo y puede cambiar. Lo importante es lo que sabemos hacer. En LinkedIn, debajo de nuestro nombre debemos poner nuestra marca personal: profesional de las fianzas, experto en gestionar equipos de alto rendimiento, especialista en ventas. Lo que sabemos hacer no cambia: si ponemos como ejemplo un billete de 500 euros, el billete vale 500 euros si lo arrugo y también si lo tiro al suelo, lo mismo que si lo piso. Lo que cambia es la circunstancia del billete, pero no su valor: esa es nuestra marca personal.
Donde se menciona dónde trabajamos, debemos indicar lo que hacemos: director general, comercial, responsable financiero, administrativo…, pero hay que diferenciar lo que sabemos hacer de lo que hacemos.
La reputación digital es lo que los demás dicen que sabemos hacer. Desde Linkedin la transmitimos a través de las recomendaciones y las reseñas. Para ello, debemos tener en nuestro perfil de LinkedIn tres o cuatro recomendaciones de valor de excompañeros, clientes, proveedores o colaboradores. Es importante que dichas recomendaciones sean lo más objetivas posibles (si preguntamos a mi madre si soy guapo, ¿qué dirá? Pues que soy la persona más guapa del mundo). Debemos pedir recomendaciones a personas con la máxima objetividad. Además de las recomendaciones es clave tener reseñas en la parte prestación de servicios dentro de Linkedin, cuando alguien busque un servicio determinado que nosotros ofrecemos debe encontrarnos y además las reseñas deben ser excelentes.
En la actualidad, en tomas de decisión B2C, como escoger un hotel o un restaurante, o bien en tomas de decisión B2B, en las que hay que elegir a un colaborador o a un proveedor, antes de tomar una decisión, cualquier persona consulta la opinión de terceras personas (recomendaciones y reseñas).
Marca digital= Marca personal + Reputación digital
Tener la marca bien posicionada en LinkedIn es de máxima importancia en la actualidad. LinkedIn está vinculado con los principales CRM del mercado: Salesforce, Dynamics, Zoho y con Microsoft Teams, etc., lo que significa que cuando alguien busca a un proveedor o a un colaborador, en muchas ocasiones lo hace directamente desde su CRM o Teams, motivo por el cual es clave estar bien posicionado en LinkedIn.
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